miércoles, 15 de octubre de 2014

El monumento a Colón de Alberto de Palacio

Son muchos los proyectos que se pensaron para la ciudad de Madrid y nunca se realizaron, muchos planes que se perdieron o dieron lugar a otros nuevos. Pero sin duda alguna, uno de los más espectaculares es el monumento a Colón de Alberto de Palacio.

Alberto de Palacio y Elissague
Remontémonos a los años previos al 1892. España seguía siendo uno de los países que aún conservaba colonias en territorios americanos (hasta 1898 no se pierden Cuba, Puerto Rico y Filipinas). Se quería que Madrid no perdiera su carácter de metrópoli, y que esta circunstancia fuera algo de lo que enorgullecerse. Además, en ese año 1892 se celebraba el cuarto centenario del Descubrimiento de América por Cristóbal Colón, y se pretendía construir algo nuevo, un monumento que recordara este hecho pero se convirtiera a su vez en un icono de Madrid e incluso del país.

Por otra parte, en 1893 se celebraría la Exposición Universal de Chicago con el tema del cuarto centenario del Descubrimiento de América, y se quería construir en la ciudad estadounidense una torre que sirviera de símbolo del evento. 


Proyecto para la Exposición Universal de Chicago
Para ello, se convocó un Concurso Internacional en 1891, y entre otros, se presentó un arquitecto español. El mismo, discípulo de Gustave Eiffel, se llamaba Alberto de Palacio y Elissague, y su fama en Madrid era más que merecida al haber participado en obras como las del Palacio de Velázquez del Parque del Retiro (1883), la sede del Banco de España (1884-1891), el Palacio de Cristal (1887), e incluso la estación de Atocha (1888-1892). Por este motivo, no extrañó en la capital que Alberto de Palacio se llevara el primer premio.
Su proyecto consistía en una gran esfera metálica de 200 metros de diámetro, colocada sobre un pedestal de 100 metros de altura, igualando así a los 300 metros de altura de la Torre Eiffel. Sin embargo, sobre la esfera se colocaría un gran barco que superaría al monumento parisino.

A pesar de obtener el primer premio, el proyecto nunca se llegó a realizar en Chicago. Es por lo que el arquitecto decidió aprovechar la ocasión del centenario del Descubrimiento para presentar su proyecto en Madrid, eso sí, con algunos cambios.

Se trataría de un monumento dedicado a Colón, y se situaría en el Parque del Retiro, donde ya se encontraban dos de sus obras. Concretamente, estaría bastante próximo al Palacio de Cristal.
La Ilustración Española y Americana, 1891
La gran esfera representaría el globo terráqueo, y en ella se podrían observar los continentes y océanos. Coronando toda esta obra se situaría un gran barco: la carabela Santa María con toda su tripulación. Algo así como un mapamundi gigante rindiendo homenaje a uno de los mayores descubrimientos de todos los tiempos.
La línea del ecuador sería una pasarela de 700 metros de recorrido y 14 metros de ancho, y se utilizaría como mirador. Sería por tanto accesible al público, que también encontraría en el interior del globo un teatro, restaurantes, observatorios y colegios astronómicos, museos zoológicos, botánicos y arqueológicos del mundo español y americano, bibliotecas colombinas, salas de reuniones y de conferencias para congresos, salones de música, una iglesia y un hotel. Se había planeado incluso la recreación, sobre todas las salas anteriores, de la bóveda celeste de las Islas Bahamas el 12 de octubre de 1492, fecha en que se había llegado a “las Indias”.

Recreación revista "Muy Interesante", 2009
Toda la esfera estaría apoyada en una peana de hormigón armado reforzado con hierro, de 100 metros de altura. Un total de 4.180.000 metros cúbicos de volumen en una superficie de 125.000 metros cuadrados.

En la base de todo este monumento, en la entrada por el pedestal, se situaría una estatua ciclópea de Cristóbal Colón, acompañada de otros grupos escultóricos relacionados con el Descubrimiento, y todo este entorno rodeado todo por amplios jardines.

A pesar de la magnitud de este proyecto, el mismo nunca se realizó, por una parte debido al alto coste de su construcción, y por otra debido a la pérdida de colonias por parte de España, finalizando en el “Desastre del 98” mencionado anteriormente.

Cien años después, en 1992, con motivo de la Exposición Universal de Sevilla y del quinto centenario del Descubrimiento de América, se presentó en la capital andaluza un proyecto bastante similar. Se trataba de la Esfera Armilar, de Rafael Trénor y José Antonio Fernández Ordóñez.  En esta ocasión, era un enorme astrolabio de 92 metros de altura, pero también fue rechazado. En su lugar, la Sociedad Estatal del Quinto Centenario y la cooperativa PSV (Promoción Social de la Vivienda), acordaron la creación de esta nueva esfera en otra ciudad: Madrid.

Esfera Armilar
Se firmó la edificación de este monumento en el barrio de Valdebernardo con motivo de la construcción de nuevos pisos en la zona. Se quería dotar a la zona de espacios públicos, y por ello se proyectó crear un parque de 160 hectáreas, en el que habría, por ejemplo, un lago apto para deportes náuticos, pero lo que destacaría sería esta Esfera Armilar.
A través de este nuevo globo se podría ver el cielo, y en el centro de la esfera habría una representación de los planetas, comparando las expediciones a las colonias americanas con los modernos viajes espaciales. Por ello también se construiría un Museo del Espacio. Los visitantes se desplazarían por la esfera mediante ascensores y escaleras mecánicas.
Habrían sido 7.000 toneladas de peso de esfera, y habría costado 7.000 millones de pesetas, unos 42 millones de euros, pero finalmente la cooperativa de viviendas fue intervenida y acusada de fraude inmobiliario, con lo cual, los motivos económicos fueron de nuevo los que no permitieron la creación de una esfera conmemorativa en Madrid.

Una vez más, un proyecto de estas características no se pudo realizar, pero... ¿quién sabe si en el sexto centenario del Descubrimiento de América, allá por el 2092, algún arquitecto recuperará el monumento de Alberto de Palacio y los descubridores tendrán por fin su justo homenaje?

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