miércoles, 25 de noviembre de 2015

Madrid 2012, preparados para ti

Uno de los proyectos más sonados del Madrid que no fue, fue el de la candidatura a los Juegos Olímpicos y Paralímpicos del año 2012… ¿lo recuerdas?

Corría el año 1997 cuando el entonces alcalde de Madrid, José María Álvarez del Manzano, y el presidente de la Comunidad de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, acordaban derribar el Estadio de la Peineta. Se trataba de un estadio de atletismo que, bajo la titularidad de la Comunidad, fue inaugurado en 1994 en el este de Madrid, concretamente en el barrio de San Blas.

Logo de Madrid 2012
El plan de 1997 pretendía dar paso a un gran estadio olímpico y a una serie de instalaciones deportivas de primer nivel que permitieran que en un futuro Madrid se convirtiera en Ciudad Olímpica. Se trataba del germen de Madrid 2012.

Madrid sólo había optado una vez a acoger los Juegos Olímpicos. Fue para los JJOO de 1972, y como puedes leer en el artículo “Madrid 1972, el primer sueño olímpico”, se planteaba la ubicación de la práctica totalidad de las sedes en la zona de la Ciudad Universitaria, al oeste de la metrópoli, llegando incluso hasta la zona de Zarzuela y de Puerta de Hierro.

La decisión tomada en 1997 con respecto a la Peineta, sentó las bases para uno de los proyectos más importantes en la historia de la capital, que se ubicaría, por tanto, en el este de Madrid.

La ciudad de Sevilla había presentado su candidatura para los Juegos Olímpicos de 2004 y 2008 tras la celebración de los JJOO de Barcelona en 1992. Sin embargo, en ambos casos la capital hispalense no pasó el primer corte.

Por este motivo, el Comité Olímpico Español (COE) creyó que había llegado el momento de Madrid, y el 21 de enero de 2003 presentó oficialmente la aspiración de la capital a los Juegos Olímpicos en 2012 en detrimento de Sevilla (recordemos que sólo se puede presentar una ciudad por país en cada ocasión).

Proyecto del Estadio Olímpico de La Peineta
El 15 de julio de 2003 se confirmó la aspiración a convertirse ciudades candidatas de Madrid, Nueva York, Londres, La Habana, Leipzig, Moscú, Río de Janeiro y Estambul.

Madrid comenzó a preparar su aspiración y a desarrollar el proyecto de Villa Olímpica, Estadio Olímpico de la Peineta, instalaciones junto a este entorno… Pero siempre con pies de plomo, porque eran aún muchas las ciudades participantes.

El 18 de mayo de 2004 se anunciaron las ciudades candidatas (ya no aspirantes) por el Comité Olímpico Internacional (COI). Se trataba de París, Moscú, Londres, Nueva York… ¡y Madrid!

Fue entonces cuando comenzó la carrera real para la capital española. El dossier de la candidatura, que contenía las bases de todo el entramado de recintos deportivos, así como el resto de aspectos remarcables, establecía que la ciudad olímpica se dividiría en cuatro sectores, como se puede ver a continuación:

SECTOR ESTE
Proyecto del Anillo Olímpico para Madrid 2012
- El Estadio Olímpico, sería, sin lugar a dudas, la joya de la corona. Los 20.000 asientos con los que ya contaba el estadio se ampliarían hasta más de 70.000 plazas. En el Estadio se celebrarían, además de las Ceremonias de Apertura y Cierre de los Juegos Olímpicos y Paralímpicos, las pruebas de atletismo.
- El Pabellón Olímpico, que acogería las modalidades de gimnasia artística, rítmica, y gimnasia de trampolín. Conectado al resto de la ciudad por el anillo verde ciclista, y junto al Estadio Olímpico, se convertiría, tras el evento, en un pabellón para espectáculos como conciertos.
El Velódromo. Esta instalación, igualmente en el anillo olímpico, tendría una capacidad para 5.000 personas. Sin embargo, esta la misma se desmontaría tras los JJOO para convertirse en una zona verde. Aquí se disputarían las competiciones de ciclismo en pista, BMX y ciclismo en ruta.
Proyecto del Centro Acuático
- El Centro Acuático, con paredes de cristal transparente y también junto al Estadio Olímpico. Sus 22.000 metros cuadrados acogerían las pruebas de natación, waterpolo, salto y natación sincronizada.
- El Parque Juan Carlos I, en la zona afectada por este gran evento, también se convertiría en sede olímpica acogiendo las pruebas de vóley playa, concretamente en el auditorio al aire libre la existente. Su capacidad se incrementaría hasta los 12.000 espectadores.
- El Recinto Ferial IFEMA sería un lugar estratégico en la celebración de Madrid 2012. El parque ferial es una de las instalaciones más preparadas de la capital. No en vano, ferias internacionales como la de Turismo FITUR se celebra anualmente en su interior. Además, cuenta con gran experiencia. Por ejemplo, una eliminatoria de la Copa Davis ya se disputó aquí. 
Localización de los sectores este, oeste y eje central en la
ciudad, junto a las líneas de metro de Madrid.
www.elmundo.es
Por ello, en 2012 se convertiría en sede de bádminton, boxeo, halterofilia, esgrima, lucha, judo, taekwondo y tenis de mesa. Por otra parte, se convertiría en el Centro Internacional de Radio y Televisión y el Centro Principal de Prensa..
- La Villa Olímpica estaría situada muy próxima a todos estas instalaciones. De hecho, a la mayor parte de ellas se podría ir a pie o en bicicleta desde la Villa Olímpica. En ella, vivirían y entrenarían los deportistas, en un entorno verde y sostenible.
- El Complejo de Voleibol de Coslada sería el último en pertenecer a este listado del sector este. Se construirían dos instalaciones para 15.000 espectadores donde, además de celebrarse las pruebas de voleibol, se edificaría una residencia que funcionaría como Centro de Tecnificación de Voleibol después de la celebración de los Juegos.

SECTOR OESTE
- El Hipódromo de la Zarzuela, como no podía ser de otra manera, sería el corazón de la hípica en Madrid 2012. Es uno de los hipódromos más históricos de España, y desde 1941 son muchos los campeonatos que han tenido lugar en este entorno.
- El Club de Campo Villa de Madrid es un conjunto de instalaciones existentes en la zona oeste de Madrid, que también ha acogido ya numerosas competiciones internacionales. En 2012, se celebraría allí la práctica de pentatlón moderno, tiro con arco y hockey.
Recinto del Madrid Arena, en la Casa de Campo
- El Madrid Arena, uno de los pabellones del Recinto Ferial de la Casa de Campo, sería una de las sedes más importantes de la ciudad al acoger las pruebas de baloncesto. El Masters Series de Madrid es uno de los campeonatos que ha acogido esta instalación desde su inauguración en 2002. Su cúpula con lucernario protegería a los 12.000 espectadores que podrían acudir al recinto.
- La Casa de Campo, históricamente zona de caza para la monarquía española, sería el entorno más agradable que podrían tener las competiciones de bicicleta de montaña y triatlón. Sus 1.800 hectáreas harían que las pruebas fueran de las más vistosas de los JJOO.

EJE CENTRAL
- El Estadio Santiago Bernabéu, sede del Real Madrid y estadio de cinco estrellas por la UEFA, se convertiría en un emblemático lugar en que celebrar las competiciones de fútbol. El mismo, con aforo para más de 81.000 espectadores, es un referente del fútbol a nivel mundial, y en él se han disputado importantes eventos de muy diversa índole.
- El Estadio Vicente Calderón, sede del Atlético de Madrid, nombrado estadio cuatro estrellas por la UEFA y con capacidad para casi 55.000 espectadores, también tendría su papel acogiendo de igual modo competiciones futbolísticas.
- El Palacio de los Deportes de la Comunidad de Madrid haría que los 18.000 espectadores que tiene de capacidad la instalación disfrutaran de las pruebas de balonmano.
Caja Mágica de Madrid, finalizada en 2009
- La Caja Mágica sería, sin lugar a dudas, uno de los recintos protagonistas de estos Juegos Olímpicos. Aunque en ese momento no era más que un proyecto, en 2009 se finalizaron las obras de construcción. Un auténtico sueño de tres pistas y estética futurista que, con capacidad para casi 12.500 espectadores, acogería las competiciones de tenis.
- El Estadio de Béisbol se situaría en el Polideportivo Municipal de la Elipa, que vería mejoradas sus instalaciones existentes y ampliándolas hasta los 240.000 metros cuadrados, construyendo también una piscina cubierta y un gran pabellón.
Por último, no habría que olvidar en este eje central las calles de Madrid. Así como cada año la metrópoli acoge la final de la Vuelta a España, en 2012 acogería la prueba de ciclismo, lo que haría que las imágenes de nuestra ciudad dieran la vuelta al mundo, y sus avenidas y plazas se vistieran con sus mejores galas.

OTRAS SEDES
- Aún en el Anillo Olímpico, el Canal de Aguas Bravas “La Gavia”, en el ensanche de Vallecas, acogería el piragüismo, en su modalidad de aguas bravas. Sería un recorrido de 380 metros en uno de los espacios verdes más grandes de la ciudad.
- En la vecina subsede de Rivas-Vaciamadrid tendrían lugar las pruebas de dos deportes en su nuevo Centro de Béisbol y Sófbol.
- El Centro de Tiro Olímpico de Paracuellos del Jarama sería donde se celebrarían las competiciones de tiro, una de las instalaciones que, de construirse, llegaría a ser de las más modernas para este deporte.
- En Aranjuez se disputarían remo y piragüismo, un excepcional emplazamiento en las aguas del río Tajo.
- Y por último, estarían las subsedes ubicadas fuera de la Comunidad de Madrid: Mallorca para vela, y Málaga, Barcelona, Alicante y Córdoba para los preliminares de fútbol.

Del 3 al 6 de febrero de 2005, el marroquí Nawal el Moutawakel encabezó una comisión que inspeccionó las futuras sedes olímpicas, al igual que hizo en las otras cuatro ciudades candidatas.

Proyecto del Anillo Olímpico para Madrid 2012
Madrid sacaba pecho entonces de tener una gran cantidad de las infraestructuras necesarias ya construidas, de su capacidad hotelera, del legado olímpico, de la cercanía de las sedes entre ellas, y también al centro de la ciudad y al aeropuerto de Madrid-Barajas, del envidiable sistema de transporte público con una parada de metro de la línea 7 junto al Estadio Olímpico… y especialmente, la ciudad sacaba pecho del apoyo ciudadano. Y es que las calles de Madrid se habían contagiado de la ilusión olímpica, y un 86,7% de los españoles apoyaban la candidatura, que contaba ya con más de 20.000 voluntarios. Se convertía así en la ciudad con más apoyo de las cinco presentadas.

El lema oficial “Preparados para ti” hacía alusión al avanzado estado de construcción de la práctica totalidad de los recintos que estaban proyectados, y también a todos aquellos que ya estaban finalizados. Se estimó que en torno al 80% ya estaba realizado.

La Puerta del Sol engalanada con el lema de Madrid 2012,
"Preparados para ti". Miles de farolas, marquesinas...
se adornaron de la misma manera, mostrando que la
ciudad estaba volcada con la candidatura.
La evaluación del comité que visitó Madrid fue envidiable. Con una nota de un 8,3, Madrid se clasificaba como primera de seis categorías. Destacaba en medio ambiente, transporte, proyecto global y legado, instalaciones, Villa Olímpica, infraestructuras y alojamiento.  

El 5 de junio de 2005, Madrid vivió una gran fiesta deportiva. Diferentes destrezas se podían practicar en el Paseo del Prado y el Paseo de Recoletos, donde se paseó la bandera más larga del mundo, como es de suponer con el logo de Madrid 2012 diseñado por Javier Mariscal que evocaba la llama olímpica. También se dieron lugar en el centro de la capital diversas actuaciones musicales, entre ellas de Shakira y Alejandro Sanz, que amenizaron la jornada, la cual finalizó con un espectáculo pirotécnico.

La fecha no era trivial: al día siguiente se elegiría la ciudad anfitriona de los Juegos Olímpicos de 2012 en Singapur durante la 117ª sesión del Comité Olímpico Internacional.

El alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón,
 y la reina de España, Sofía de Grecia, saludando al
entonces presidente del COI, Jacques Rogge, en Singapur
Hasta allí se desplazaron, con la comitiva española, deportistas de primer nivel del país, como Raúl González Blanco, Miguel Indurain o Pau Gasol, así como el ya alcalde Alberto Ruiz-Gallardón, el presidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero, y la reina de España Sofía de Grecia.

El 6 de junio de 2005 tuvo lugar la votación. Lamentablemente, Madrid quedó eliminada por un solo voto en la tercera ronda, después de que Nueva York y Moscú fueran descartadas.
Se dijo que un error del delegado griego del COI Lambis Nikolau hizo que Madrid quedara eliminada en esta ronda. Se trataba de la más difícil, puesto que la rivalidad entre Londres y París era muy pronunciada, y se presuponía que si Madrid llegaba a la final, era muy probable que ganara, puesto que los votos de la eliminada previamente, ya fuera Londres o París, recaerían en su totalidad en la candidatura madrileña.

China apoyó la candidatura madrileña colocando banderas
con el logo y el lema de Madrid 2012 en la Gran Muralla China
Sea como fuere, Londres se hizo con los JJOO de 2012, y Madrid volvió con las manos vacías tras haber dado el alma en todo el tiempo que duró la candidatura. Sin embargo, la tristeza no duró mucho: exactamente un mes más tarde, el 6 de julio de 2005, Ruiz-Gallardón presentó a Madrid como ciudad aspirante a los Juegos Olímpicos de 2016… Pero esto ya forma parte de otra historia.

En todos los aspectos, una lástima que Madrid no se hiciera con esas Olimpiadas, que podrían haber hecho que la ciudad se situara en el lugar internacional que le corresponde.
¿Y tú? ¿Estabas a favor de la candidatura?

Si quieres ver el vídeo promocional de Madrid 2012, pincha aquí: “Dioses del Olimpo”.

Y si quieres ver el vídeo oficial de la candidatura de Madrid 2012 que se pudo ver en Singapur, pincha aquí: “Madrid, Pasión Olímpica”.

miércoles, 11 de noviembre de 2015

El Madrid que SÍ fue VIII. El Madrid de Francisco I de Francia

Uno de los capítulos más fascinantes de la historia de nuestra ciudad fue la estancia del rey de Francia, Francisco I, como preso de Carlos I, pero… ¿cómo era realmente el Madrid que se encontró el monarca francés a su llegada?

La pesadilla española para Francisco I comenzó el 24 de febrero de 1525. Ese día se libró la célebre batalla de Pavía, contienda en la que las tropas germano-españolas de Carlos I se enfrentaban a las francesas para conseguir el ducado de Milán, más conocido como el Milanesado.

Francisco I de Francia
1 de enero de 1515 - 31 de marzo de 1547
Entre 1521 y 1525, habían tenido lugar diferentes batallas relacionadas con esta disputa. Pero fue el 24 de febrero de 1525 cuando las tropas francesas, que habían infravalorado las enemigas, sucumbieron en Pavía, Italia, y su rey fue apresado y enviado a España.

El soldado Juan de Urbieta, que llegó a poner una daga en el cuello del monarca, pasó a la posteridad por este importante hecho.

Desde ese momento, Francisco I comenzó una larga travesía hasta Madrid. 50 galeras le escoltaron por mar, primero hasta Barcelona, y después hasta Valencia. Pero en ningún momento hasta entonces fue considerado como un preso normal. No en vano, se trataba de uno de los monarcas más importantes de la cristiandad.

Las creencias del siglo XVI distaban mucho de las actuales. Un rey no era sólo eso. Era prácticamente considerado como un representante de Dios en la Tierra. Por ello, se dice que se podían contar por centenares las personas que acudieron a estas dos ciudades a ver de cerca a Francisco I con el fin de sanar de diferentes enfermedades, ya que se pensaba que los poderes de los reyes eran ilimitados.

El camino continuó desde Valencia hasta Guadalajara. El monarca tuvo que abandonar su lujoso camarote del barco por unos carruajes no peor ornamentados. Y lo sorprendente es que, a su llegada a la Alcarria, fue recibido en el Palacio de los Duques del Infantado de Guadalajara con juegos de toros y banquetes, un recibimiento propio de un rey, pero algo extraño si se tiene en cuenta que el mismo llegaba preso a España.

Pasó por Alcalá de Henares y por fin llegó a Madrid el 1 de agosto de 1525. Muchas de las leyendas más importantes de la ciudad tienen lugar durante esta estancia.

La Torre de los Lujanes según un grabado de 1843
La tradición popular sitúa el cautiverio de Francisco I en la Torre de los Lujanes, en la actual Plaza de la Villa. Sin embargo esto no está probado, y se cree que, en cualquier caso, no pasaría más de 48 horas en este singular edificio que, a pesar de ello, es aún reconocido por ser la prisión de este rey. Es allí donde se dice que Carlos I ordenó rebajar el dintel de una puerta con el fin de que Francisco I tuviera que inclinar su cabeza antes de salir ante los nobles de Castilla, que le esperaban en el exterior. Sin embargo, parece que Francisco I, consciente de la artimaña, decidió salir de espaldas para no mostrar sumisión ante el enemigo.

Ésta no es más que una de las muchas leyendas que se cuentan de este período, aunque lo que sí está demostrado es que pasó su cautiverio, o al menos la mayor parte de él, en el Real Alcázar. Por ello se cree que su estancia en la Torre de los Lujanes, en caso de haberse producido, sería temporal mientras sus estancias en el Alcázar eran acondicionadas.

Dibujo de J. Cornelius Vermeyen del viejo Alcázar de Madrid.
La imagen corresponde al año 1534,
antes de la gran ampliación por Carlos I en 1537
Sea como fuere, llegó por fin al Real Alcázar de los Austrias, donde años después se levantaría el Palacio Real. Y Carlos I se encontró con un serio problema. No sabía realmente qué hacer con Francisco I. Un rey preso es una figura muy poco habitual, y no se quería pecar de falta de cortesía o de respeto ante el monarca francés, algo que sería visto desde otros países como una grave ofensa contra un rey cristiano y, por tanto, contra toda la cristiandad.

Se decidió que el rey francés tuviera práctica libertad en su estancia en la Corte española. Aunque escoltado, pudo realizar actividades como la caza o acudir asiduamente a misa a Nuestra Señora de Atocha. Ello no impidió que Francisco cayera en una depresión, tratara de escapar de su cautiverio, y llegara a escribir a su madre en una carta: “todo se ha perdido, menos el honor y la vida”.

El Emperador Carlos V con el bastón, por Rubens.
Copia de un retrato de Tiziano.
Por fin, Carlos I se pudo quitar este problema de encima cuando, el 14 de enero de 1526, mediante el Tratado de Madrid, Francisco I renunció a sus derechos sobre el Milanesado, Borgoña, Nápoles, Génova, Tournai, Artois y Flandes, y se comprometió a casarse con la hermana de Carlos I, Leonor, y a enviar a sus dos hijos a España como garantía de que el Tratado sería cumplido.

Francisco I pudo volver así a Francia, no así su espada, cuya permanencia en Madrid también dio lugar a multitud de leyendas:

El estoque de Francisco I, un espadín sin gran valor material, fue tomado por Juan de Urbieta en Pavía y trasladado a Madrid. Se creía que su valor simbólico, sin embargo, era muy alto, ya que se consideraba el símbolo de la justicia y del orden de Francia.

Sesenta años tras esa batalla, en 1585, Felipe II, hijo de Carlos I, descubrió que ese estoque no tenía el valor que se pensaba, ya que existía una espada de oro y esmalte que había pertenecido a Francisco I que sí era el símbolo de la justicia francesa, y no el otro espadín. Esa espada le había sido confiscada también en Pavía por un coronel, y Felipe II se pudo hacer con ella y enviarla igualmente a Madrid.

La espada fue uno de los objetos más relevantes que poseía Madrid por todas estas circunstancias. Sin embargo, en 1808, antes de producirse por completo la invasión francesa en España, se le comentó a Fernando VII que a Napoleón “le sería muy grato poseer la espada que perteneció a Francisco I”.

Espada de Francisco I en el
Museo de la Armería de París, Francia.
Se puede leer: "Fecit potentiam in brachio suo".
 que vendría a decir: "Hizo proezas con su brazo".
El monarca dijo: “¿Qué importa un pedazo de hierro más o menos? Demos gusto a la familia imperial”. Pero Fernando VII, a pesar de sus coqueteos con los soldados franceses, no estaba dispuesto realmente a deshacerse de la valiosa espada. Por ello, dispuso todo para enviar a Francia  “la espada de Francisco I que desde el año 1525 se hallaba en la Real Armería del Arco de Palacio”, refiriéndose así al estoque de combate y no a la espada que consiguió Felipe II.

Una carroza llevó a las tropas francesas este espadín en una bandeja de plata creada para la ocasión. Una burla en toda regla, ya que se trataba de una pobre daga, que desentonaba con la lujosa carroza que la transportaba… o eso se pretendía. Porque en realidad hubo un error y se devolvió la espada verdadera, con lo que las tropas francesas quedaron muy satisfechas. Tras la Guerra de Independencia, cuando se devolvió todo lo expoliado, no se hizo lo propio con esta espada por haber sido un regalo de Fernando VII. Caro obsequio que, por lo que parece, se puede ver hoy en día en el Museo de la Armería de París, y en cambio, en la Real Armería del Palacio Real de Madrid se puede ver una copia de la misma encargada años más tarde por Isabel II.

Pero volvamos al cautiverio de Francisco I. El monarca francés pudo volver a su país tras haber firmado el Tratado de Madrid, el cual anuló en cuanto cruzó las fronteras alegando haberlo firmado bajo coacción.

Hasta ahora, toda esta historia es relativamente conocida en España. Lo que no es tan conocido es lo que ocurrió después. Y es que Francisco I llegó a Francia en 1526, concretamente a su Palacio del Louvre, el actual Museo del Louvre de París, y parece ser que encontró poco confortables sus estancias. Por ello, tan sólo un año más tarde, en 1527, mandó construir un nuevo palacio.

¿Y por qué contamos la historia de este palacio en “El Madrid que SÍ fue”? Porque este palacio estaba estrechamente ligado a su cautiverio en nuestra ciudad.

El castillo de Madrid. Grabado de Jacques Rigaud
El proyecto de la nueva construcción se inspiró en el Real Alcázar de Madrid. Francisco situó su nueva morada junto a un bosque, el Bosque de Boulogne, al igual que el Alcázar estaba junto a la Casa de Campo. Sin embargo, cambió la ciudad de Madrid por la de París.

Para sorpresa de todos, su nuevo palacio fue llamado “Castillo de Madrid”, algo que da muestras de que su cautiverio no fue tan duro como podría esperarse. ¿Quién si no pone como nombre de su nuevo palacio el de su prisión?

Se dice que quizás la denominación no la eligiera él. Y es que, cuando no se encontraba en el Louvre, los cortesanos preguntaban dónde estaba el rey, y entre bromas decían que estaría en Madrid, refiriéndose a su viejo cautiverio. Puede que de tanto repetir que estaba en Madrid, finalmente la construcción fuera conocida como Castillo de Madrid.

El castillo de Madrid hacia 1720
De una manera u otra, lo cierto es que entre los siglos XVII y XVIII el palacio fue abandonado por los Borbones, y en 1792 demolido, con lo que acabó desapareciendo, siguiendo así los pasos del incendio de nuestro apreciado Alcázar, del que no nos queda nada.

La estancia de Francisco I en Madrid fue, como decíamos, uno de los capítulos más apasionantes de nuestra historia. Curaciones de enfermos, festejos para su recepción, reverencias a nobles que se convierten en faltas de respeto, confusión de espadas, castillos en París… un cautiverio que dio lugar para una gran multitud de anécdotas, y sorprendente si tenemos en cuenta que el tiempo en que transcurrieron todos estos eventos no fue muy prolongado.

¿Crees que habría que haberse actuado con más dureza contra Francisco I, o esto habría hecho que los cortesanos le hicieran más complicado su reinado a Carlos I?

sábado, 7 de noviembre de 2015

Media IV. "El Madrid que no fue" en la revista "Madrid Histórico"

Portada del número 60 de la revista
"Madrid Histórico".
Este mes de noviembre de 2015 ha sido especial para “El Madrid que no fue”. Y es que hemos hecho una colaboración desde nuestro blog con la Revista “Madrid Histórico”, que cumple 10 años y llega así a su publicación número 60 con artículos relacionados, como siempre, con la historia de nuestra ciudad.

Uno de ellos ha sido escrito por “El Madrid que no fue”. Se trata de “El monumento a Colón de Alberto de Palacio”, del que ya hablamos en la pasada temporada en nuestro blog. Ese artículo lo puedes leer pinchando aquí: artículo.
Sin embargo, en “Madrid Histórico” hemos tenido la oportunidad de desarrollar aún más este interesante relato de un gran monumento a Colón en el Parque del Retiro.

En 4 páginas y fotografías a todo color, podrás conocer con mayor profundidad uno de los artículos favoritos de nuestro blog.



Proyecto de Alberto de Palacio en su ubicación de Madrid.
Fuente - La Ilustración Española y Americana
También puedes leer un resumen de los temas abordados en este número de la revista pinchando aquí: Madrid Histórico número 60.

La publicación es bimensual, con lo que, si estás interesado, la podrás adquirir durante los meses de noviembre y diciembre en cualquier kiosko o a través de internet previo pago en la versión PDF.


Agradecemos a “Madrid Histórico” la oportunidad de esta colaboración, de la cual nos sentimos muy orgullosos, y esperamos que la publicación continúe en el futuro con el mismo éxito que ha tenido hasta ahora.

miércoles, 4 de noviembre de 2015

Los viaductos que no fueron

La calle de Bailén es una de las principales vías de Madrid, en la que se sitúan muchos de los monumentos más importantes de la ciudad. También son muchos los proyectos de los que ya hemos hablado en “El Madrid que no fue” que no llegaron a construirse en esta calle: El Palacio Real de Filippo Juvara, la Plaza de Oriente de González Velázquez, la Catedral que no fue, e incluso el proyecto de Ventura Rodríguez para San Francisco el Grande.

Sin embargo, esta vía no siempre ha sido tan fácilmente transitable como lo es en la actualidad.

Cuesta de los Ciegos en 1960.
En la imagen se puede ver el desnivel, aún
existente, entre la calle de Segovia y la
colina de los Jardines de las Vistillas.
En 1561, Felipe II designó a Madrid como la capital del Reino, y como aquello hizo que la ciudad creciera como nunca antes. Durante el reinado de este monarca, se construyó el Puente de Segovia en el lugar en que había estado el Puente Segoviana, para cruzar el río Manzanares. Se convirtió este entorno, por tanto, en un acceso muy destacado a la ciudad. A través de ese camino se podía llegar al centro del municipio por la actual calle de Segovia, lo que tiempo atrás había sido el arroyo de San Pedro.

Este arroyo, junto a la iglesia de San Pedro el Viejo, es el que había creado el desnivel existente en toda la calle de Segovia, que separa el centro de Madrid en dos colinas.

El problema radicaba en la dificultad de acceder desde la zona del antiguo Alcázar, lo que hoy es el Palacio Real, hasta la otra colina, donde se localizan los Jardines de las Vistillas. Para ello, había que bajar hasta la calle de Segovia, para continuar subiendo por la otra ladera. Ardua tarea si se tiene en cuenta el desnivel.

La necesidad de una pasarela que sorteara el viejo arroyo era más que palpable, pero no fue hasta 1736 cuando Giovanni Battista Sachetti, que se encontraba ya planeando la construcción del Palacio Real, ideó un viaducto que acabara con este tipo de problemas.

Lo que él proponía es que su obra no fuera sólo el Palacio Real. Pretendía construir durante el reinado de Felipe V un conjunto en que el Palacio no fuera más que una de las piezas clave. A él se añadiría una catedral clasicista con una enorme cúpula, y una plaza en forma de exedra de la que partiría el ansiado viaducto.

Proyecto para el conjunto de Palacio Real, catedral, plaza y viaducto de Juan Bautista Sachetti. Museo de Historia de Madrid

El mismo sería una obra grandiosa, en la que destacarían tres arcos triunfales (en el centro y en los extremos) y naves porticadas, que harían que la vista de la cornisa del Manzanares fuera un sueño para todos los visitantes.

Además, entre la calle de Segovia y la Cuesta de San Vicente, en la parte baja del Palacio Real, se colocarían diferentes fuentes, esculturas y escalinatas para adornar los terraplenes artificiales que conectarían el conjunto con el río Manzanares.

Ni la catedral clasicista, con su enorme cúpula en comparación a las torres de la fachada,  ni la nueva plaza, ni el viaducto pudieron ser construidos por falta de recursos. Sí pudo ser finalizado el Palacio Real, donde estableció su residencia habitual Carlos III ya en 1764. El monumento fue finalizado por Francesco Sabatini, pero siguiendo los planos de Juan Bautista Sachetti.

Éste fue el primer proyecto fracasado de un viaducto sobre la calle Segovia, pero como podrás imaginar por el título del artículo, no fue el único.

Pocos años más tarde de todo este proyecto se produjo la invasión francesa en nuestro país. Comenzó a reinar en 1808 José Bonaparte como José I de España. Como es bien sabido, el “rey plazuelas” derribó diversos edificios en la capital para abrir plazas, como la actual Plaza de Oriente. Para su existencia, hubo que demoler el convento de San Gil, el pasadizo de la Encarnación, la iglesia de San Juan, y numerosas casas vecinales.

El urbanismo cobra protagonismo en esos años, y se le encarga al arquitecto real Silvestre Pérez el diseño de un nuevo proyecto para el viaducto.

El arquitecto presenta en 1810 su proyecto para unir el Palacio Real con el lugar donde se celebraban las sesiones de Cortes: el Salón de Cortes, ubicado en aquel momento en la iglesia de San Francisco el Grande.

Proyecto de viaducto de Silvestre Pérez. Maqueta del Museo de Historia de Madrid






.
Se plantea la creación de una gran plaza porticada en el lugar en que hoy se encuentra la catedral de la Almudena. Por tanto, se elimina la idea de Sachetti de erigir en este lugar un gran templo.
De la plaza saldría un recio viaducto, que conectaría con otra plaza porticada en la zona de las Vistillas, pero mucho más amplia que la anterior. Este nuevo espacio sería tan grande que uniría el viaducto con San Francisco el Grande sin obstáculos aparte de algunos monumentos que se levantarían en la plaza.

Se trataba de uno de los proyectos más ambiciosos para este entorno, ya que se planteaba cambiar por completo el urbanismo de buena parte del centro de la ciudad.

Hoy en día es posible contemplar una interesante maqueta de este plan en el Museo de Historia de Madrid. Sin embargo, es lo único que podemos ver del conjunto, ya que nunca llegó a ser construido igualmente por falta de recursos. Además, José I dejó de reinar en 1813, con lo que no habría dado tiempo a su finalización.

Primer viaducto de Segovia, inaugurado en 1874
Sorprendentemente, hubo que esperar hasta 1874 para que el Viaducto de Segovia viera por fin la luz, una construcción de hierro y madera de 120 metros de longitud, 13 metros de ancho, y a una altura de 13 metros, ideada por el ingeniero municipal Eugenio Barrón Avignón, que hacía que por fin se unieran en una misma vía el Palacio Real y San Francisco el Grande, la actual calle de Bailén.
Su mal estado de conservación, a pesar de diversas obras de rehabilitación en los años 20 del siglo XX, hizo que tuviera que ser derribado en 1932.

Viaducto actual. Imagen de 1942
Durante ese mismo año, el arquitecto madrileño Francisco Javier Ferrero Llusía ganó el concurso convocado por el Gobierno de la Segunda República para la construcción de un nuevo viaducto. Importantes arquitectos como Secundino Zuazo, creador de los Nuevos Ministerios o de la Casa de las Flores, perdieron este concurso.

El ganador construyó una obra racionalista, que podría ser considerada como el tercer viaducto que no fue. Y es que no se construyó tal y como estaba planeado.

Según el proyecto original de 1932, a cada lado del viaducto se situarían ascensores para facilitar el ascenso y la bajada. De hecho, se planteó incluso que los elevadores fueran aptos para vehículos, e incluso que funcionaran como tranvías, quizás algo similar a los elevadores existentes en Lisboa.

Elevador da Gloria, Lisboa
Finalmente se descartaron estos ascensores, y la obra se inauguró en 1934 siguiendo el proyecto de Ferrero Llusía con pequeñas modificaciones, aunque tuvo que ser reinaugurado en 1942 tras los trabajos de restauración por los desperfectos de la Guerra Civil.

Un mismo desnivel para tres proyectos fallidos, sin embargo, todos ellos diferentes. 

¿Crees que tendría que haberse construido uno de estos viaductos, o el que tenemos en la actualidad es el idóneo para su función?

domingo, 1 de noviembre de 2015

Media III. Podcastizo, el Podcast de Madrid

Hace pocas semanas estrenamos la sección “Media”. Afortunadamente, hoy podemos escribir un nuevo artículo en la misma debido a otra mención a “El Madrid que no fue”, en este caso, en “Podcastizo”.

La madroñosfera la componemos diferentes webs y blogs que tratamos de acercarnos a la esencia de nuestra ciudad. Sin embargo, entre todos estos sitios web, se cuela un Podcast que trata asuntos de nuestra ciudad, convirtiéndose así en el único Podcast de Madrid.

Se trata de “Podcastizo”, un interesante  y original proyecto que comenzó a finales de 2014, y que, según sus creadores, habla “de Madrid, de sus calles, su historia, sus gentes, anécdotas y curiosidades, su vida social y cultural, sus edificios, sus rincones, su cielo…”.

Sus audios, inspirados en “Estudio 1” de RTVE, tienen una diferente temática en cada programa, como algún especial de Navidad o de Nochevieja en sus respectivas festividades.

Aprovechando que anoche se celebraba Halloween y hoy, 1 de noviembre, el día de Todos los Santos, el último programa hasta el momento de este “Podcastizo” eligió como temática los camposantos madrileños.

Este último podcast, tan atrayente como de costumbre, se divide en dos partes. En la segunda parte, concretamente en el minuto 1:00:10, se habla de nuestro blog, “El Madrid que no fue”, con lo que desde aquí agradecemos la mención, y aprovechamos para recomendar la escucha de estos audios a todos nuestros lectores. Una forma diferente y original de aprender acerca de la historia de nuestro querido Madrid.

Para conocer los diferentes programas de Podcastizo, pincha aquí: Podcastizo.

Y para escuchar la mención a “El Madrid que no fue”, pincha aquí: Camposantos Segunda Parte, y busca el minuto 1:00:10.